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Maxespresso
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Saturday June 15th, 2019
Llegó el mes de junio, el sexto mes del año y con este llega el verano para muchos países y el invierno para otros. El calor y el frío, dos temperaturas que promueven el cambio desde varios punto de vista, desde obviamente los cambios inherentes a la naturaleza, hasta las diferentes rutinas cotidianas de los individuos que conviven bajo esas temperaturas. Una rutina que no está excluida de la cotidianidad es tomar la bebida más popular del mundo “el café”, la cual también está sujeta a cambios.
Tradicionalmente el café se ha tomado caliente, pero alrededor del 2015 en Estados Unidos se puso de moda el denominado “Cold Brew Coffee”, que es café extraído del grano mediante agua fría durante tiempos muchos más largos. Esto ha impulsado a la creación de nuevas recetas para preparación del café frío, las cuales ofrecen varias opciones para apreciar un poco más los distintos aromas y sabores del café. En contra de la creencia popular, la cantidad de cafeína de esta bebida es mayor que la del convencional, ello se debe al hecho de que usa mucho más grano en su método de preparación. Usualmente, se vende en forma de extractos concentrados que hay que diluir en agua o leche antes de bebérselos. De esta manera, la bebida más popular del mundo ayuda calmar algunos efectos de las altas temperatura del verano.
El tomar el café frío o caliente depende del gusto de consumidor, pero no hay que negar que para la convivencia en el implacable frío del invierno, no hay nada mejor que una buena taza de café caliente en sus diversas versiones. Según investigaciones realizadas por la Universidad de Filadelfia, tanto el café frío o caliente no ofrece significativamente una variación de nivel de acido, por lo tanto la hipótesis sobre que el café frío es mejor por los bajo niveles de acides es falsas. Sin embargo, estudios realizados en la Universidad de Thomas Jefferson han confirmado que en el café caliente se conservan mejor los antioxidantes presentes en la bebida. Además, se ha descubierto que el café caliente proporciona mayores efectos positivos en la mentalidad del consumidor a diferencia del café frío. Se han realizado pruebas en individuos tomando una taza de café caliente versus una taza de café frío, y los resultados arrojaron que las personas que tomaban café caliente presentan una personalidad más gentiles y generosa que las personas que consumían café frío.
Lo cierto es que la bebida más popular del mundo está principalmente sujeta al gusto del consumidor, pero no hay que negar, que el ambiente y sus temperaturas han influido en los cambios en la presentación del café. Desde la presentación en helados, en malteadas o en bebidas con hielo a tazas de café caliente, espumoso o cremoso, que incita a satisfacer una necesidad o simplemente darse un gusto en un del día nublado, frío o soleado y caluroso. Lo más importe es que el café es una bebida que se puede adaptar tanto a las necesidades como los gustos de los consumidores sin perder las diversas propiedades que esta bebida brinda.